Este artículo lo escribí para mi blog, Hábitos para la felicidad. He dejado la foto, porqué la tengo cariño. Y el artículo, que tiene varios años, es un buen punto para empezar a reflexionar la queja… aunque faltan cosas. 😉
Si tu problema tiene solución, para que te quejas.
Si tu problema no tiene solución, para que te quejas.
Proverbio Chino
Recuerdo esta frase desde que era pequeña. Me la dijo un compañero de trabajo de mi padre, en un momento en el que, quizá yo andaba muy cansada.
Para mí, significa que, si tiene solución, te ocupes en ponerle solución en vez de quejarte. No en pre-ocuparte. En ocuparte.
Quejarse gasta energía emocional, tanto si eres tú quien se queja, como si escuchas a otro quejándose. Es un hábito «tóxico» que hace que NO te centres en lo que realmente importa.
¡Quejas! ¡Quejas! Y ¡Más quejas!
¡Esta soso! ¡Esta salado! ¡Esta quemado! ¡Menuda mierda de atasco! ¡Puff, es lunes!
Son frases que salen de tu boca con facilidad.
Y normalmente, no te das ni cuenta.
Así que lo que vamos a hacer es hacerlas conscientes y eliminarlas.
No te estoy diciendo que dejes de expresarte. Cuesta mucho expresarse.
Cuesta mucho aprender a decir no y más aún, autoafirmarse.
Y además ¿Cómo vas a no quejarte de determinadas situaciones? maltrato, violencia… en estos casos, son las criticas y las acciones al respecto, los movimientos ante las injusticias los que cambian el mundo. Y nos hacen reflexionar.
Así que, lo que vamos a hacer es usar la queja de forma constructiva. Al fin y al cabo, el que no llora no mama.
Un mundo sin quejas
En el 2006, un pastor cristiano Will Bowen, creo para su comunidad “el reto de los 21 días”.
Este reto tenía su reflejo, en una pulsera morada con la leyenda “un mundo sin quejas”.
Cuando te quejabas, cambias la pulsera de sitio. Y vuelta a empezar.
A los participantes les lleva una media de 5 meses es conseguir los 21 días sin quejas. Supongo, que uno de los días más difíciles de conseguir es el primero.
No es necesario una pulsera: un piedra, un anillo, algo que te puedas cambiar de sitio. Y recordarte que toca empezar a contar.
El éxito de esta pionera iniciativa ha sido enorme. De todos los lugares del mundo surgen iniciativas similares.
Pero, ¿Qué son las quejas?
Las quejas son la expresión de que algo no te gusta. Y lo mejor es escucharlas. Y solucionarlas.
Quejarte por quejarte, no soluciona nada. La queja te deja exhausto y sin energía, sobre todo para buscar soluciones, que es la respuesta lógica cuando tienes un problema.
Si tu trabajo no te hace feliz, ¿quejarte te va ayudar a serlo? No. Cambiar de trabajo te ve ayudar.
¿En este momento no puedes cambiar de trabajo?. Entonces tienes tres opciones:
- Aceptar que no puedes cambiar de trabajo y modificar aquello que te impide cambiar de trabajo.
- Aceptar que no puedes cambiar de trabajo y modificar tu actitud para por lo menos no amargarte.
- No hacer nada.
Las quejas modifican tu vida
Sin embargo las quejas, aunque sean algo fácil y sencillo como forma de expresión, traen más cosas. E igual no te has planteado todo lo que tus quejas aportan a tu vida.
¿Preparado? Empecemos:
- La queja atrae más, quejas. Lo negativo atrae más negativo. Así que, ¿sabes el mecanismo que pone se pone en marcha cuando te quieres comprar un coche nuevo y hace que solo veas coches nuevos?. Ese mismo. Se pondrá en marcha para ti, y solo veras cosas negativas.
- Cada vez más negativas.
- Y cada vez peor de lo que son.
- Atraerás cosas negativas que confirmen que todo es negativo.
- Y atraerás personas que se quejan.
- Personas que no solo te darán la razón, sino que os retroalimentareis. Lo que da lugar a que relaciones insanas.
- Cualquier idea innovadora, se quedara en idea, (si es que la idea llega a expresarse) puesto que no se le dará ni la más mínima oportunidad. LA QUEJA MATA LA CREATIVIDAD
- Esto crea un ambiente de indefensión, al no ver ningún tipo de salida o solución puesto que “todo es una mierda”
Trucos para deshacerte de la quejas
«Siguiente»
Te has oído a ti mismo quejándote en voz alta de algo, o para tus adentros. ¿Tiene fundamento? Es decir, ¿Puedes solucionar algo de ese tema o te estas quejando por quejar?
Escúchala, y si tiene solución, soluciónalo. Sin quejarte 😉
Así que, si no tiene solución, por ahora. Di «siguiente» como abreviatura de siguiente pensamiento.
«Esto no es para mí»
En el corrillo de la oficina, criticas al jefe, al proveedor, al cliente…. Estas hablando con alguien que se queja de la crisis, de que llueva, de que hace sol, dí para ti mentalmente «esto no es para mí»
Solucionarlo
Según Will Bowen, autor de «Un mundo sin quejas» del que hablamos antes, el 78% de los trabajadores americanos, gastan una media de 4,5 horas semanales, escuchando como sus compañeros critican cosas.
¡Madre mía! Me agota de pensarlo. Y ahora piensa en el trabajo…
¿Se podría cambiar la situación?
- ¿Si? Buscar soluciones juntos y hablar con el jefe.
- ¿No? Explica a tus compis, como no va a cambiar, no quieres quejarte, porque te pone de mal humor, es una perdida de tiempo, y recursos, y existen cosas más bonitas sobre las que hablar…. Incluso, puedes proponer «Siguiente» como un juego»
Ten en cuenta que las expresiones como «no», «imposible», «no puedo», «tengo que» «necesito»…. Tienden a acabar en queja. Evítalas.
Agradece
Otro truco, es sustituir el habito de la queja, por el agradecimiento. Y da gracias por las plantas verdes que ves desde el coche, o el aire limpio que respiras después de la lluvia en vez, «cuando llueve se montan unos atascos de ….»
Así, tienes tres trucos para gestionar las quejas: solucionarlo, siguiente y agradecer.
Pd.- Yo ya he empezado ¿y tú?
Post- Pd.- En mayo de 2017, escribí sobre la gratitud para complementar esta entrada. El artículo se llama, La ley de la gratitud
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