Hace mucho, mucho tiempo… me apunte a una escuela de negocios donde realicé un curso de marketing y gestión comercial.
Una de las primeras cosas que te enseñan son dos herramientas de análisis. La primera es el DAFO ( o análisis de las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) que sirve de punto de partida para saber cuál es la situación real de la empresa en es ese momento o en cualquier momento a futuro. Y después de hacer el DAFO se utiliza otra herramienta que se llama CAME ( Corregir debilidades, Afrontar amenazas, Mantener fortalezas y Explotar oportunidades )
Lo que más me fascina de esta herramienta es que lo que tú puedes entender como una amenaza, otro lo puede entender como una oportunidad. Y esto señores es la clave de la vida.
Tú puedes vivir la vida, desde la queja o desde la gratitud. Convertir todo aquello que sientes que te saca de tu zona de confort en algo que te inspire a ser mejor y esto señores… podemos aplicarlo hasta en la política.
Denme algo de cuartelillo, que se dice. Mientras les hilo el razonamiento.
El covid-19, puede ser entendido como amenaza o como oportunidad. El lema #estevirusloparamosunidos, era la oportunidad perfecta para superar la división de las dos Españas.
Claro que eso significa escuchar, significa que el gobierno hubiera escuchado lo que decía la oposición. O lo que decían los asistentes a la manifestación virtual, que parece que fueron unos 400.000
Escuchar significa que todos los grupos se hubieran sentado en una mesa y no se hubieran movido hasta llegar a un acuerdo. Semana tras semana, de esta situación en la que estamos viviendo. Todos, todos los políticos son responsables por no escuchar. Y este todos incluye al gobierno, a la oposición, a cualquier político y/o persona relacionada con la política.
Y los demás somos responsables de haberles permitido ese comportamiento. Somos responsables de posicionarnos en esa no-escucha.
Cuando recibimos un whassap, o una noticia, sobre algo de que tiene que ver con política, tenemos la costumbre de posicionarnos… llegamos hasta esto es un bulo, eso tiene tufo a…
Y no vemos más allá. No vemos que detrás de ese “bulo” o noticia con “tufo a” hay montones de españoles. Muchos. Que tienen una opinión distinta a nosotros pero que tienen algo en común. Quieren lo mejor para todos.
Cuando alguien elige una ideología, lo que elige es priorizar lo que piensa que es mejor para todos.
Cuando alguien toma acción, lo que hace es priorizar en lo que le parece más importante para todos.
La realidad, como tal, es neutra. En el sentido de que lo que sucede es un hechos.
Somos nosotros, los que nos posicionamos…
Por favor, posiciónate en la escucha.
Hola, Bárbara.
Nos han metido miles de cosas en la cabecita desde los primeros años de infancia. Pero todo ese adoctrinamiento es un artificio, no tiene existencia real. En otros lugares del mundo se ha condicionado la mente de los niños con otros contenidos completamente diferentes… pero aquí o en Sri Lanka, solo son castillos de naipes destinados a desmoronarse. Los hombres, más mentales, lo tenemos más complicado para ver esta falacia, pero la mujer, más cerca de su corazón, puede verlo con facilidad.
Hay que realizar un viaje a lo profundo de uno mismo para conocerse, hay que realizar un descarte y luego otro: no soy esto, tampoco esto, ni esto…. y todo eso para llegar a un punto de partida verdaderamente sólido. Si no es así, cualquier construcción tendrá cimientos inestables y cualquier acción solo servirá para alimentar un falso yo, para mantener la ilusión-espejismo.
Esta vida es un escenario teatral. Cuando empieza función representamos un papel y es sano saber en todo momento que solo somos actrices y actores, que nada en este mundo es real, sino solo un juego. Nos observamos a nosotros mismos mientras actuamos, sabiendo que no somos el personaje que representamos.
Para saber esto, para no vernos arrastrados por las ideas o las emociones de nuestro personaje, es precisa una labor de atestiguar, de mantenernos como testigos de nosotros mismos, distanciados, conscientes. Hay muchos caminos que ayudan a llegar a este punto, una amplia oferta donde elegir.
En mi caso he tenido que probar diferentes caminos hasta que poco a poco he ido creando el mío, lo que me sirve a mí para mantenerme consciente.
En el profundo silencio de esta consciencia es donde somos verdaderamente nosotros mismos y la acción que nazca de ahí será la acción correcta.
Esta es mi experiencia y no pretendo más que invitarte a que, ligera de equipaje, emprendas el peregrinaje al interior de ti misma, mientras continúas con tu vida…
Tu lamparita interior, tu intuición, tu corazón son los únicos guías en este viaje sin mapas y sin camino, ya que el camino se va haciendo al andar. La gran aliada es la confianza en ti misma y los ayudantes son los errores ( errores nuevos cada día), que nos permiten aprender. Hace falta coraje para adentrarse en lo desconocido, pero todos lo tenemos y si la intención es firme, podemos. No es un camino en línea recta, hay altibajos, retrocesos, idas y venidas…. a lo mejor es más parecido a una espiral ascendente, que cada vez nos permite ver las cosas desde más arriba. Es la aventura apasionante de ser uno mismo, porque cada persona es única y no es necesario ni sano seguir o imitar a otros. Cada experiencia nos va enseñando alguna cosita y así nos vamos afianzando y fortaleciendo, y va saliendo a la luz nuestro verdadero ser.
No hace falta complacer a nadie ni satisfacer ninguna expectativa, solo vivir la vida que a cada uno nos corresponde y ser felices, sabiéndonos conectados con el Gran Misterio.
Con sencillez, como pararillos que cantan, vuelan, buscan su comidita y hacen su nido… como hojitas del gran árbol de la Vida que toman el sol y se mueven al viento, despreocupadas, porque saben que disponen de todo lo que necesitan.
Como esas flores que despliegan su belleza, vulnerables pero entregadas tanto a la alegría del esplendor como al momento de marchitarse y caer.
Y a quien se atreve a vivir con esta audacia se le revela la magia y el sentido…
Un abrazo!
Efectivamente, así es el camino.
Lo sentimos lineal, puesto que esa es nuestra percepción de la vida. Un camino que tiene un sentido en el que miramos hacia delante y una realidad que dejamos detrás.
A veces sin embargo, un asunto inacabado, que dejamos atrás se presenta en tu puerta y te dice: Buenos días.
Aunque, como diría Gandalf, no podemos despacharlo con otro sencillo buenos días de vuelta.
¿O sí? 😉